Desde el triunfo de la Revolución en el año 1959, nuestro país ha mantenido como principio inviolable, su disposición de brindar ayuda solidaria y desinteresada a todos los pueblos y naciones que han sido afectados por desastres naturales y tecnológicos, sin tener en cuenta diferencias ideológicas y sociales, inspiradas únicamente en el noble y humanitario sentimiento de mitigar el dolor y el sufrimiento que generan los desastres.
En el marco de lo que establece la Resolución Nº 169 aprobada por la 42ª Asamblea General de las Naciones Unidas para el Decenio de Desastres, la mano amiga y solidaria de Cuba se hizo presente mediante la colaboración médica, con personal y/o recursos, durante los terremotos de: Irán 1990 y Colombia 1999, en la epidemia de cólera de Perú en 1991, en el volcán Cerro Negro de Nicaragua en 1992, Erupción volcánica en la Isla Monserrat en 1995, intensas lluvias en Perú en 1998 y Venezuela en 1999, y el Huracán Georges en Dominicana en 1998, y Huracán Mitch en Nicaragua, Honduras y Guatemala en 1998.
No consideramos necesario detallar la colaboración médica que, en el orden asistencial y docente durante el decenio, han brindado más de 8 656 trabajadores de la salud en 57 países del Tercer Mundo ubicados Asia, Africa, América Latina y el Caribe y que han falta de asistencia médica que afrontan los mismos. contribuido, en gran medida, a aliviar los graves problemas higiénico-epidemiológicos y de falta de asistencia médica que afronta los mismos.
Un hecho de gran sensibilidad humana, en la atención de afectados por desastres, lo constituye el que, los pioneros cubanos brindaron sus hospitales pediátricos y el Centro de recreación de Tarará para que en ellos fueran tratados más de 18 000 niños y familiares afectados por el accidente de Chernovil en los últimos 9 años.
Coincidente con los enfoques de la OPS/OMS de brindar servicios de salud a los po- bres y grupos vulnerables, Cuba, a raíz del azote de los huracanes Georges y Mitch al Caribe y Centroamérica, elaboró un Plan Integral de Salud con miras a enfrentar la situación sanitaria post huracán y continuar las acciones para contribuir a la reconstrucción que ocurre en estos países.
Los Gobiernos de Centroamérica, en reunión de emergencia en El Salvador el 9 de noviembre de 1998, solicitaron a la comunidad internacional un conjunto de medidas para la rehabilitación y reconstrucción de los países de su región, trágicamente afectados por los devastadores efectos del huracán Mitch.
Cuba apoyó de inmediato las 7 medidas dirigidas a la comunidad internacional por los gobiernos centroamericanos, canceló le deuda contraída por Nicaragua con Cuba, único país de Centroamérica que tenía obligaciones pendientes con el nuestro, ascendente a 50,1 millones de dólares y expresó su disposición de poner, gratuitamente, al servicio de los países centroamericanos afectados por el huracán, por el tiempo que se requiriese, todo el personal médico que fuese necesario para atender de inmediato a los damnificados y convocó a los países desarrollados a aportar equipamiento técnico y medicamentos.
Ante la gravedad de la situación en estos países, nuestro gobierno propone y comienza a desarrollar el Plan Integral de Salud para Centroamérica y el Caribe, después ampliado a algunos países de África, a solicitud de los respectivos gobiernos.
El plan contempla el envío de todo el personal de salud necesario, así como la disposición de formar en Cuba profesionales de la medicina, con el objetivo de garantizar la continuidad del programa.
Principios Generales del Plan Integral de Salud
La cooperación que brinda el Gobierno de Cuba se basa en el envío gratuito de colaboradores de la salud especialmente médicos generales integrales por un período máximo de 2 años, al término del cual se enviarán relevos, excepto en Nicaragua que es de 1 año.
Se incluye además la formación de recursos humanos.
Las brigadas prestarán sus servicios en zonas rurales donde su labor no interfiera con la de los galenos del país en cuestión, con previa presentación de la documentación que acredita el nivel profesional de los trabajadores de la salud que Cuba les envía.
Áreas prioritarias en la cooperación
Atención integral de salud en el nivel primario y secundario.
Asistencia técnica.
Formación de recursos humanos.
Capacitación de recursos humanos en servicio.
Desarrollo de programas de salud.
Gerencia de programas de medicamentos.
A pesar de que no se ha recibido todavía ningún aporte especial de los países industrializados, este programa de colaboración médica, con la ayuda de diversas organizaciones no gubernamentales, los modestos recursos de los países afectados y las contribuciones de nuestro propio país cuyos recursos, como se conoce, son escasos, comienza a ser ya una prometedora realidad.
Se encuentran en estos momentos trabajando en los lugares más recónditos de América Latina y el Caribe médicos y técnicos de la salud, en Guatemala, Honduras, Venezuela, Belice, Paraguay, Surinam y Haití, en otros países de África y Asia, existe la disposición de enviar cuanto personal sea necesario en forma gratuita y por tiempo indefinido.
Dicho programa demostrará cómo puede hacerse mucho con muy poco. Nuestro país no posee grandes recursos económicos, pero sí un valioso y experimentado capital humano, parte del cual estamos en condiciones de poner a disposición de otros pueblos hermanos del tercer mundo.
Estamos conscientes de que nuestro aporte es modesto, pero no ignoramos que el hecho de que lo realice un país pobre y con grandes dificultades económicas como Cuba, se convierte en un estímulo para todos aquellos que, disponiendo de más recursos, pueden contribuir a la reconstrucción y al desarrollo en la medida en que lo requieren y lo merecen los países más pobres y sufridos de este hemisferio, de Africa y del resto el mundo.
Cuba pone en manos de la comunidad internacional este plan, y manifiesta así su disposición de enviar sus médicos y técnicos a los lugares más apartados de los países más necesitados, y llama a todos a contribuir de una u otra forma para mejorar las condiciones de vida de los pueblos más requeridos de apoyo en nuestro planeta.